Cuando los burros volaban, uno que lo vio me contó una historia:
En los tiempos de María Castaña, había una vez, un príncipe que perdió a su hija en una guerra, en cual cayó presa. Un día se encaminó en su búsqueda, y llegó a Siria, donde había pistas. Ya que pasaron varios años, seguramente su hija cambió, pero seguía siendo una ''niña''. El príncipe recordó, que a su niña, le gustaba un peluche, y que estaba tan vinculada a él, que solo con oír su cascabel, uno que tenía dentro, correría y correría hasta encontrarle. Así que, lo probó y una niña salió corriendo como una bala, y lo cogió y dijo:
- ¿Papá?
- Sí, soy yo.- dijo.
Tras reconocerla, el príncipe, y su hija, fueron a su casa, felizmente reencontrados...
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-¿Papá? - Sí, soy yo |
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